Anoche, buscando con delicadeza, encontré: fragmentos grandes, huellas innumerables, jokers, kaiser, las mejores nunca observadas piezas que representaban sin temor un vicio.
Whisky y zafiros estaban siempre presentes en la habitación. Hacia la derecha había un cuadro, en el que aparecían cinco hombres jugando cartas, envueltos en una espesa nube de humo y alcohol. Sobre la mesa brillantes estaban las piedras de color azul.
Constanza Fuentes.
Antes bailaba con desagrado.
En Francia, gabachos* hacían increíbles jaranas, karaokes, limbos.
Músicos nunca omitían probar
quien rompía sobre todos. Un vacío wiski y zamarreado me permitió descubrir lo
maravilloso que es el baile… desde ahí que siempre danzo.
Nicolás Morales. *forma despectiva de referirse a los ciudadanos franceses.
Kiko los miró, naturalmente odiaba. Puede que Rosa salga…
trae uvas, vasos, wiski, xilófonos y zampoñas… “¡A bailar, caramba!”, dice, “¡es
fiesta!”
Javiera Baeza.
Andrenyi buscaba caballos diariamente. Encontró feroces
guepardos, halló islas, jirafas, koalas, liebres… Largos meses… ¡Nada!
Observó
países raros…
Sonaron
trompetas, xilófonos… Yeguas zarparon… A su funeral.
Juan Andrés Romero.
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